Un déjà vu de fin de año.

En reuniones de amistades, se comenta de experiencias, buenos momentos y un sin número de charlas constructivas. Compartí el fin de año con buenas amistades y derrochando vivencias en el transcurso de la noche, hablamos de la teoría de un nuevo año, compartiendo sobre las metas qué cada uno tiene. Avanzando las horas varios de los colegas con quien cerrábamos el año en conversación y licor, discutieron de lo que hacía cada quien o por lo menos la experiencia en el ámbito laboral en el que se desarrollan cada uno de ellos: medicina, publicidad, fotografía, arte contemporáneo, viajes, automovilismo, etc.

En un momento llegó una visita de la familia que yo frecuenté esa noche, derrochando alegría e ímpetu amistoso, lo relacione con un viejo amigo, compañero de colegio y sin poder recordar quien era en realidad. Mi mente comenzó a trabajar de que posible lugar podía conocer a la persona que nos acompañaba, en cuestión de segundos un ¨FLASH¨ paso por mi mente, era un familiar de mi primer novia, el no me recordaba porque era un chiquito cuando conocí a esa persona que fue muy especial en mi vida. A veces quedamos atónitos de que conocemos personas y sin poder recordar quien es, se hace una lluvia de pensamientos o experiencias ya vividas que creemos que han pasado o que en algún momento compartimos con ellos..